Ruta: San Agustín de Guadalix - Cascadas del Hervidero - Azud del Mesto
Distancia: 13,8 km 6 Horas
Dificultad: Fácil
Desnivel: 130 mts Altitud máxima: 790 mts
Lineal Verano 2017 Comunidad de Madrid
Arrancamos en una especie de área recreativa que hay pegada al polígono industrial que hay cruzando San Agustín de Guadalix.
Nosotros tomamos la margen izquierda del río para ir, pero como se verá a la vuelta, se puede ir
también por la derecha en un principio.
también por la derecha en un principio.
Pues bien, prácticamente pegados al río vamos pasando por bosque de rivera que en ocasiones casi nos arropa, vemos sobre todo sauces, fresnos, alisos y mucho matorral bajo, ojo con las zarzas y ortigas.
Tras unos 4 Kilómetros, bajamos unas escaleras talladas en la piedra y llegamos al plato fuerte de nuestra ruta; la Cascada del Hervidero, el Guadalix cae en dos buenos brazos casi simétricos en una charca que convierte el lugar en un rincón paradisíaco, no hay nadie por lo que nos deleitamos un rato.
Volvemos a subir las escaleras y nada más terminar de subir, giramos en redondo a nuestra izquierda para coger un empinado y estrecho sendero que irá a pasar casi sobre la cascada.
En poco llegamos a un camino más ancho y más nivelado bastante transitado, sobre todo por ciclistas, se trata del Sendal del Mesto.
Llegamos a la llamada Peña del águila y buscamos con los prismáticos a ver si hay suerte pero el que le da nombre hoy al menos no está en casa.
Si que vemos en el recorrido algún buitre , milano y también algún águila.
Ahora el camino trascurre ahora recto como una balsa y es que vamos andando sobre una antigua conducción de agua, actualmente en desuso, aunque operativas, por eso hay bastantes indicaciones del Canal de Isabel II.
Siguiendo por este camino, que no tiene perdida, nos vamos topando con unas construcciones semejantes a una garita cortada por la mitad, que son respiraderos de las canalizaciones. A lo lejos vemos el acueducto del Zegrí.
Llegamos al Azud del Mesto; Presa, sifón inicio de la conducción de agua y final de nuestro camino.
Esta ruta tiene el doble encanto, a mi juicio de una interesante obra civil perfectamente integrada en la naturaleza, obras de las que ya no se hacen sin que el impacto sea irreparable.
Esta ruta tiene el doble encanto, a mi juicio de una interesante obra civil perfectamente integrada en la naturaleza, obras de las que ya no se hacen sin que el impacto sea irreparable.
El retorno le hacemos volviendo sobre nuestros pasos, al llegar a la cascada nos sorprendemos que ahora esté como un hervidero de gente ¿le vendrá de ahí el nombre? Vale, ya se que no.
Nos planteamos volver ahora por el lado opuesto, cruzando el puente, pero no vemos un camino claro por lo que volvemos por el mismo sitio que hemos ido, mas que nada por si el camino que podamos encontrar va muy despejado de arboleda ya que el sol está empezando a apretar bastante.
Si veis algo de zigzag en el track de retorno es porque ya íbamos sin prisa buscando un sitio para comer y entrando y saliendo hacia el cauce del río deleitándonos con algunos agradables rincones.
Lo mejor de la ruta: Mucha zona de sombra y cerca del río, lo peor: los coches pueden subir hasta las cascadas por lo que es fácil encontrarse domingueros y gente poco respetuosa con el medio.
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