Será por que nos tocó el bungalow de la mala suerte, el 13, o por la humedad reinante pero el caso es que el estado era bastante lamentable, suelo pegajoso, puertas que no abren y luego no cierran, grifos que gotean y te abrasan la espalda de repente, muebles que chirrian y huelen a rancio, además un menaje muy pobre y descabalado etc, etc...Digamos que más que lamentable es incomodo.
Además no tiene televisión y el Wifi apenas llega y esto se hecha de menos en los días de lluvia, que casi no puedes salir, y como sabeis en Cantabria, de esos hay muchos.
Por lo demás el camping está bastante bien, los platos combinados del restaurante algo caros pero enormes, la piscina la usamos más bien poco pero está bien y la ubicación, pegado a la ciudad y cerca del Faro de Cabo Mayor inmejorable.
Heché de menos pistas o caminos alrededor del camping para que los niños estén con la bicicleta.
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