Estas Navidades he aprovechado para hacer algunos adornos y útiles, una de ellas es una cesta para el pan.
Es muy sencillo, utilizamos como molde un envase de plástico de los muchísimos que llegan a nuestras manos de usar y tirar.
Cogemos ramitas secas, el grosor debe ser algo regular, yo he usado entre 10 y 15 mm.
Vamos cortando a la medida del envase y pegando con silicona caliente.
En los laterales podemos dejar curvas y nudos o defectos pero la base conviene que quede igualada para que luego no baile mucho. Hay que procurar, como siempre que no sean visibles por fuera los pegotes de cola o silicona.
Una vez forrado le damos una mano de barniz incoloro, yo prefiero sin brillo, hay que procurar no restregar mucho con el pincel para no estropear la corteza o el musgo que pueda tener. Si es necesario le damos otra mano.
Ahora viene la parte más delicada elegimos un trozo de tela apañado, doblamos los bordes hacia adentro y lo pegamos, así lo he hecho yo pero creo que es mejor hacer la cesta de tela cosiendola y posteriormente pegarla sobre el envase o mejor colocarla una goma o un cordón en el borde lo que nos permitirá lavarla fácilmente o incluso tener dos saquitos para combinar mejor con el mantel.
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