Y eso que he aplicado las técnicas
básicas: leer con una carencia o ritmo, utilizar el titulo como pista, leer varias veces, pero la que mejor resultado me da es dejarme llevar por las palabras, por si solas desvelaran sentimientos o emociones, aunque a veces juego a formarme una imagen mental y literal de lo que describe, aunque en este poemario es muy surrealista por lo tenebroso en unos casos y frívolos en otros, ya que Lorca sufrió un cambio radical durante su estancia de nueve meses en Nueva York, muy alejado esta vez del folclore español.
Debo decir que, a pesar de su fama, no he disfrutado con este poema, no porque sea malo, sino por su complejidad para neófitos como yo. De hecho me gustó bastante más Bodas de Sangre, del mismo autor.
Era mi voz antigua
ignorante de los densos jugos amargos.
La adivino lamiendo mis pies
bajo los frágiles helechos mojados.
¡Ay voz antigua de mi amor,
ay voz de mi verdad,
ay voz de mi abierto costado
cuando todas las rosas manaban de mi lengua
y el césped no conocía la impasible dentadura del caballo!